El fin

Hace meses que este blog no se actualiza.
Y todos sabéis por qué: RESISTEnce ha caído. Ya no hay nada que hacer.
Hace ya muchas semanas que perdimos Madrid, al igual que otra muchas capitales. Todas, en realidad.
Aquí, en Zaragoza, Ana, que era la que aglutinaba a los pocos que quedabamos, desapareció sin dejar rastro. Nadie sabe qué ha sido de ella. Hablaba de extrañas llamadas de teléfono y de un pasado que la reclamaba. Creo que también ella perdió la cabeza.
A mí me ha costado un montón dar con la contraseña del blog de Ana, por eso no he podido actualizarlo antes. Por fin lo he logrado, aunque, a estas alturas, me pregunto si tiene algún sentido mantenerlo abierto.
En cualquier caso, ya no importa nada, hemos sido derrotados. Todas las calles sin excepción han sido tomadas. Unos pocos intentamos sobrevivir como podemos, aunque sabemos que no servirá de nada; tarde o temprano nos descubrirán.
Estoy seguro de que ya nadie leerá esto, no tiene ningún sentido seguir narrando las vicisitudes de una resistencia venida a menos, derrotada y diseminada, que ya no lucha y que escasamente puede sobrevivir.
Este mensaje es una despedida. No sé cuánto podré sobrevivir.

Pero, Ana, Ana Coluto, si todavía vives, vuelve, por favor, te necesitamos. Tú siempre has sido nuestra única esperanza. Y también te hemos perdido.
Como sé que nunca nadie leerá esto, también me atrevo a decir que te amo, oh, Ana, desde que te conocí en medio del fragor de nuestras batallas sin sentido, desde que me uní a tu causa perdida, desde que vi tu sonrisa en la noche sin luna, desde que la locura nos unió en nuestros desvaríos.
Oh, ahora todo ha llegado a su fin. Adios, Ana. Adios a todos.
Solo espero que Ellos no sean demasiado crueles. 

Alpartilejo